Buscar

El cáncer de la A a la Z

Tipos de cáncer, cómo prevenirlos, diagnóstico y tratamiento.

VOLVER

Cáncer de testículo


El cáncer de testículo se produce cuando las células de los testículos crecen y se multiplican sin control, dañando el tejido circundante e interfiriendo en la función normal del testículo. Cuando se disemina la enfermedad, sigue llamándose cáncer de testículo.

El cáncer de testículo afecta con mayor frecuencia a varones jóvenes. Se trata del cáncermás habitual en los varones de entre 20 y 34 años. Sin embargo, solo representa el 1% de todos los cánceres que surgen en varones. Cuando el cáncer de testículo se detecta precozmente, hay casi un 99% de probabilidades de curación.

Tipos
Existen dos tipos básicos de cáncer de testículo, cada uno con varios subtipos:

Los tumores de células germinales se forman en las células que producen espermatozoides. Entre los tipos de tumores figuran:

Seminomas, responsables del 50% de todos los casos de cáncer de testículo. Suelen ser de crecimiento lento y muy sensibles al tratamiento.

Los tumores no seminomatosos tienden a crecer y diseminarse más rápido que los seminomas. Entre los tipos de tumores destacan el carcinoma embrionario (alrededor del 20% de todos los cánceres de testículo), el carcinoma del saco vitelino (más frecuente en lactantes y niños pequeños), el coriocarcinoma, un cáncer poco frecuente y muy agresivo, y los teratomas.

Los tumores del estroma afectan al tejido testicular en el que se producen las hormonas. Entre los tipos de tumores del estroma figuran los tumores de células de Leydig, que se forman en las células que producen las hormonas sexuales masculinas, y los tumores de células de Sertoli, que se forman en las células que aportan nutrientes a las células germinales.

Síntomas

Los síntomas del cáncer de testículo son variables y pueden incluir cualquiera de los siguientes:

  • Bulto duro y pequeño que suele ser indoloro
  • Cambio en la consistencia de los testículos
  • Sensación de pesadez en el escroto
  • Dolor sordo en la porción inferior del abdomen o la ingle
  • Acumulación súbita de líquido en el escroto
  • Dolor o molestias en un testículo o en el escroto

Muchos de estos síntomas no son cáncer, pero, en caso de observar uno o más de ellos durante más de dos semanas, consulte al médico.

Noticias
Eventos
Celebra con nosotros la III edición de las jornadas sobre prevención y diagnóstico precoz del cáncer en la población masculina.
Docencia

En este momentos no existen cursos de Cáncer de testículo

Ensayos clínicos
Ensayo de fase 1a/2a, abierto y multicéntrico, para investigar la seguridad, tolerabilidad y actividad antitumoral de dosis repetidas de Sym015, una mezcla de anticuerpos monoclonales dirigida frente al receptor MET, en pacientes con tumores malignos sólidos en fase avanzada
Estudio fase IIIB, prospectivo, randomizado, abierto que evalúa la eficacia y seguridad de Heparina/Edoxaban versus Dalteparina en tromboembolismo venoso asociado con cáncer.
Tumores sólidos. Antiemesis Estudio fase III, multicéntrico, aleatorizado, doble ciego, con control activo para evaluar la seguridad y eficacia de Rolapitant en la prevención de náuseas y vómitos por la quimioterapia (NVIQ) en pacientes que reciben quimioterapia altamente emética (QAE). A phase III, multicenter, randomized, double blind, placebo controlled study of the safety and efficacy of Rolapitant for the treatment of Chemotherapy-induced nausea and vomiting in subjects receiving highly Emetogenic Chemotherapy (HEC)
Ensayo clínico en fase I de determinación de dosis del antiangiogénico multidiana Dovitinib (TKI258) más paclitaxel en pacientes con tumores sólidos.

Factores de riesgo
Muchos factores de riesgo de cáncer de testículo son inevitables. Además, muchos varones no presentan factores de riesgo conocidos, lo que actualmente hace imposible prevenir la mayor parte de los casos de cáncer de testículo. Es importante que los varones con un riesgo medio conozcan los síntomas y que soliciten asistencia médica de inmediato en caso de que persistan los síntomas. Tómese tiempo para comentar sus propios factores de riesgo con el médico, quien podrá informarle mejor sobre las estrategias de reducción del riesgo más adecuadas para usted.

Son muchos los factores que pueden influir en el desarrollo del cáncer de testículo, tales como:

  • Edad: la mayoría de los casos se dan en varones con edades comprendidas entre 15 y 40 años, pero el cáncer de testículo es el cáncer más frecuente en los varones de 20 a 34 años.
  • Raza: los varones de raza blanca tienen entre cinco y 10 veces más probabilidades de padecer cáncer de testículo que los de otras razas.
  • Antecedentes familiares o personales: los varones con antecedentes familiares (padre, hermano, hijo) de cáncer de testículo o que han recibido tratamiento previo por cáncer de testículo corren un mayor riesgo.
  • Testículo no descendido (criptorquidia): los varones con testículos que no han descendido al escroto antes del nacimiento tienen un mayor riesgo. Los varones que se han sometido a cirugía para corregir esta situación siguen teniendo un riesgo elevado.
  • Desarrollo testicular anormal: los varones con testículos que no se han desarrollado normalmente tienen un mayor riesgo.
  • Síndrome de Klinefelter: se trata de un trastorno de los cromosomas sexuales que se caracteriza por niveles bajos de hormonas masculinas, esterilidad, aumento de las mamas y testículos pequeños.

Cribado
La mayoría de los cánceres de testículo son detectados por los propios varones, ya sea por accidente o mediante autoexploración. Los varones que noten algo inusual en relación con los testículos deben consultar a un médico. En caso de que los resultados de la exploración sugieran la posibilidad de un cáncer, han de realizarse pruebas diagnósticas más extensas.

El diagnóstico de un cáncer de testículo casi siempre conlleva la extirpación quirúrgica del testículo (orquiectomía). Se practica una incisión en la ingle en lugar de en el escroto para evitar la posible diseminación de las células cancerosas. Se examina una muestra de tejido testicular al microscopio para determinar la presencia de células cancerosas y el estadio de la enfermedad.

Se emplean análisis de sangre especiales que detectan determinadas proteínas "marcadoras" para diagnosticar y estadificar el cáncer de testículo tanto antes como después de la orquiectomía. Estos análisis incluyen:

Alfafetoproteína (AFP): una concentración elevada de esta proteína, producida normalmente por el feto en el útero, puede indicar la presencia de un tumor de células germinales en varones.

Gonadotropina coriónica humana beta (β-HCG): una concentración elevada de esta proteína, normalmente presente en las embarazadas, puede indicar la presencia de varios tipos de cáncer, incluido el cáncer de testículo.

Lactato deshidrogenasa (LDH): esta enzima se relaciona con un aumento de la producción de energía por las células y los tejidos del organismo, que en ocasiones puede indicar un cáncer.

También puede utilizarse ecografía antes de la cirugía para determinar la presencia de una masa en el testículo.

Cirugía
La intervención quirúrgica en la que se extirpa un testículo canceroso se denomina orquiectomía. En la mayoría de los casos, la orquiectomía se realiza durante el diagnóstico del cáncer de testículo. El testículo se extirpa a través de una incisión en la ingle y se analizan muestras de tejido para determinar el estadio del cáncer.

En algunos pacientes, especialmente en aquellos con cánceres no seminomatosos, la cirugía también puede conllevar la extirpación de ganglios linfáticos de la región abdominal. Se lleva a cabo una disección ganglionar retroperitoneal, o DGRP, al mismo tiempo que la orquiectomía, o en una segunda intervención quirúrgica. La DGRP convencional requiere una incisión abdominal amplia y varios días de recuperación en el hospital. Este procedimiento también puede hacerse con laparoscopia, una técnica de cirugía mínimamente invasiva que utiliza incisiones mucho más pequeñas.

Dado que ambas intervenciones quirúrgicas pueden afectar a la fertilidad y que la mayoría de los cánceres de testículo aparecen en varones jóvenes, es importante que los pacientes comenten la posibilidad de conservar semen con su médico. En caso de que el paciente desee tener hijos en algún momento, se recogen espermatozoides antes del tratamiento del cáncer y se congelan para su uso futuro.

En los varones que se muestren incómodos con su aspecto tras la orquiectomía puede implantarse una prótesis en el escroto que proporciona el aspecto y la sensación de un testículo real.

Radioterapia

Los seminomas, que son la forma más común de tumor testicular, son muy sensibles a la radioterapia. De hecho, la dosis de tratamiento equivale a tan solo un tercio de la necesaria para tratar el cáncer de próstata y el ciclo de tratamiento es de tan solo dos semanas.

La radioterapia se aplica después de la intervención de extirpación del testículo (orquiectomía). Cuando el tumor es un seminoma, el oncólogo puede optar por una "actitud expectante" para comprobar si reaparece el cáncer o utilizar radioterapia para tratar los ganglios linfáticos situados a lo largo de la columna vertebral, donde se localiza el 20% de las recidivas. Aun cuando reaparezca el cáncer, sigue siendo muy tratable con radioterapia o quimioterapia en la mayoría de los casos. La radioterapia depara una tasa media de recidivas del 5%. La radioterapia también puede utilizarse tras la quimioterapia cuando persiste el cáncer.

Otros tipos de cáncer de testículo son más resistentes a la radioterapia y se tratan con mayor frecuencia mediante orquiectomía y extirpación de los ganglios linfáticos afectados.

Quimioterapia
La quimioterapia se emplea más a menudo junto con cirugía para extirpar el testículo. En los varones con tumores avanzados que se han diseminado más allá del testículo o que han metastatizado a zonas distantes del cuerpo se administra quimioterapia después de la cirugía para garantizar la destrucción de todas las células cancerosas.